sábado, 30 de noviembre de 2013

Te dejo sin dudas...







Te dejo con tu vida, tu trabajo, tu gente, con tus puestas de sol y tus amaneceres, sembrando tu confianza te dejo junto al mundo derrotando imposibles, seguro sin seguro, te dejo frente al mar descifrándote a solas sin mi pregunta a ciegas, sin mi respuesta rota, te dejo sin mis dudas...



sábado, 23 de noviembre de 2013

Efímeros, tú y yo







¿Cómo me deshago de todo esto? Si ya las letras no me bastan, ya las lágrimas no me ahogan y ahora el dolor me controla. No se quita, no se va; tu aroma, tus roces, tu sonrisa. Llueven puñales, nacen heridas, donde me tocaste, donde me besaste. Patético y efímero. Yo, tú.



sábado, 16 de noviembre de 2013

Entre la miel y el veneno





Mientras la lluvia atiere mi espalda y mi cuerpo extraña tu calor, pienso: Si no podría ser yo quien comparta el lecho cálido al que nunca faltas, si no merezco incluso los días grises de ti y no sólo el sudor de noches frías. Son quejas, siempre quejas mías que acallas con un beso que me hipnotiza, si intento liberarme, me atas a tu cuerpo con tus brazos y me calmas con tu voz, mientras imantas esa sucia cama con promesas, que tú no crees pero yo sí, creo...

Ya no recuerdo con claridad cómo se produjo el vórtice que me trajo hasta aquí, de pie, con los dientes castañeando, esperando que puedas huir un momento; mendigando tiempo y rezando para cometer una vez más ese adorable pecado.

¡Dicen que no te amo! Si por ti he renunciado a mi ser, mi dignidad y mis valores. Mi cuna perdió frente a tu cama en una pelea que se decidió cuando nos vimos. Este amor secreto, mudo, sordo, invisible, que sólo existe en los recovecos de un hotel, es de esas clandestinidades apasionantes, cuyo atractivo es que en cualquier momento, sin aviso alguno, puede acabar destruyendo todo con la fuerza implacable del amor que contiene.

Quizá sucumbamos alguna vez en uno de eso vientos huracanados que creamos al amarnos, o tal vez la lava nos calcine un día o no podamos regresar de un beso a tomar aire de nuevo, quizá esta lluvia y este frío apaguen mi corazón antes que lo incendies de nuevo, o tu adiós y tu olvido me dejen sin alma en un cuerpo vivo… pero no, hoy no, ya vienes.

Me encadenaste a ti cuando me dijiste “quiero estar contigo en todas las formas posibles”. Estoy contigo en el frío, el calor, la luna y el sol en su zénit, con hambre, sed o sueño; en todas las horas del día nos hemos poseído y toda estación hemos vencido. Pero una simple promesa no has librado: “dejaré a quien no amo”.  Entre tanto aquí te espero, entre lluvia y el frío, la risa y el llanto, el amor y el deseo, la vida y la muerte y entre la miel y el veneno.  




sábado, 9 de noviembre de 2013

Hay noches...






Hay noches en las que quisiera, destrozar todo mapa, que me recuerde la distancia, donde no quiero mirar los relojes, para que me reiteren que sobran las horas y las vueltas de sus manecillas, juro, que ahogaría la tierra y llegaría descalzo, para sentir tu cabello atravesarse en mi rostro y susurrarte cuánto te amo, cuánto deseo quedarme a tu lado.



sábado, 2 de noviembre de 2013

Sin mirar atrás







Te quiero como para invitarte a pisar hojas secas una de estas tardes. Te quiero como para salir  caminar, hablar del amor mientras pateamos piedritas. Te quiero como para volvernos chinos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles Te quiero como para ir a los lugares que más frecuento, y contarte que es ahí donde me siento a pensar en ti. Te quiero como para escuchar tu risa por la noche. Te quiero como para no dejarte ir jamás. Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antígüa, con calma y sin mirar atrás.